Este reportaje aporta en entender y concientizar que todos podemos estar expuestos a una persecución penal injusta por parte del Estado. Los casos que entrevistamos son afectados por malas prácticas y estuvieron presos de libertad siendo inocentes. La vulneración de sus derechos humanos y el derecho a la verdad, penden delicadamente de una constitución que por más que se haya intentado modificar en fallidos intentos, aún sigue sin considerar los crasos errores que la persecución penal comete y que no considera políticas públicas que lo enmienden. Los casos que han logrado ser compensados, que más bien son los mínimos, no les basta sólo con el dinero de la indemnización, sino que con la reparación de un buen nombre que tampoco llega.
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